En vista de la situación actual de pandemia por la COVID-19 las enfermedades neurodegenerativas están sufriendo una notable desatención. La afectación de la actual crisis es muy notable no sólo a nivel macrosocial sino también a nivel microsocial debido a la emergencia sanitaria. Por lo que, los problemas económicos y sociales que estamos presenciando día tras día, se suman a otro tipo de problemas como son las enfermedades con las que ya convivíamos a diario, estas últimas se han visto desplazadas, (esperemos que, por poco tiempo), de este modo todos nuestros recursos como sociedad y estado de bienestar son en estos momentos destinados a sostener una situación imprevista, terrible y muy seria que ya se ha cobrado  muchas vidas. Sin quitar peso a lo que pasa a raíz de la crisis, queremos desviar la atención y romper una lanza a favor de aquellas personas que sufren enfermedades como el Parkinson.

Llevo años trabajando con personas que padecen la Enfermedad de Parkinson y con sus familiares. Conozco y he trabajado durante años en Asociaciones y Entidades que trabajan en pro de estas personas, que investigan e intervienen para mejorar su calidad de vida. Es más, el equipo de psicólogos al que pertenezco (COPPS PSICOLOGOS) estamos presenciando una oleada de casos de personas que no saben cómo afrontar las crisis individuales causadas o agravadas por la pandemia, y por supuesto, estamos al servicio de quienes nos necesiten aportando nuestra experiencia y conocimiento para poder ayudar en aquello que siempre hemos hecho: dar intervención neuropsicológica y soporte psicológico.  Por este motivo en el blog que estás leyendo hoy, intentaré plasmar algunas ideas para poder saber si tú mismo o algún familiar, o amigo cercano puede padecer la enfermedad y cómo puedes ayudarlo. Puedo en este mismo párrafo adelantar que cuanto antes reciba tratamiento mejor calidad de vida tendrá ahora y en el futuro. Por lo tanto, no puedo dejar de preocuparme por los daños colaterales de la crisis actual, y sin más rodeos vamos a conocer cómo se manifiesta el Parkinson y qué debemos hacer.

Si acudimos a los datos actuales que cita la Organización Mundial de la Salud (OMS, 2020) “la enfermedad de Parkinson afecta a 1 de cada 100 personas mayores de 60 años. A día de hoy hay unos 7 millones de personas con esta enfermedad en el mundo y la OMS prevé que para el 2030 llegarán a ser más de 12 millones”.

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa que no cursa únicamente con dificultades de movimiento, que es la más conocida, sino que otras muchas áreas importantes sufren disfunciones  delimitando por este mismo motivo nuestra capacidad de autonomía.

Vamos a detallar un poco las áreas que normalmente pueden verse afectadas a continuación. Cabe destacar que no todas tienen porque darse en un mismo diagnóstico y por otro lado, no nos alarmemos si alguna área se ve afectada aisladamente. Lo que, si es aconsejable, es que si se ven afectadas algunas de estas áreas aunadas con problemas motores y la dificultad persiste, debemos buscar a un experto que nos indique los pasos para realizar un diagnóstico y si es pertinente poner en marcha un tratamiento especializado e integral.

Las áreas por lo tanto son:

-Memoria auditiva/verbal a corto plazo y a largo plazo y memoria visual/táctil.

Todas estas dificultades provocan olvidar información reciente y a largo plazo, fechas o eventos importantes, pedir continuamente la misma información, no tomarse la medicación, depender de familiares para hacer las actividades cotidianas que antes realizaban solas.

-Memoria de trabajo.
Dificultades  en memoria de trabajo repercuten no poder asimilar, utilizar y guardar información de manera temporal para poder realizar tareas cognitivas como (lenguaje, cálculo y razonamiento).

Visuoespacial (manipular, encajar y rotar mentalmente figuras en el espacio).

Funciones visoperceptivas, coordinación visomotora, planificación y ejecución motora (capacidad de representar y manejar objetos en dos dimensiones) y visualización espacial (representar y manipular mentalmente objetos en tres dimensiones).

Atención, razonamiento y elaboración de respuestas automáticas. Aspectos que repercuten a la hora de anticipar, planificar y establecer metas.

Interferencia.

Realizar una tarea concreta cuando se le interpone otra tarea que pueda ser un obstáculo.

-Rastreo visuoespacial, atención dividida y  flexibilidad cognitiva.
Todas estas áreas alteradas repercuten día a día en los  pacientes en:
– Dificultad en activación y centrar la atención en los estímulos.
– Mantener la atención en un estímulo concreto cuando hay estímulos distractores.
– Tener que cambiar el foco atencional cuando hay varios estímulos.
– Hacer varias actividades a la vez o tener que atender simultáneamente a varios estímulos.

-Razonamiento, comprensión, abstracción y  detectar semejanzas, diferencias y conceptualización entre estímulos. 

-Hay que estimular el lenguaje expresivo, ya que las tareas de fluidez verbal son un exponente de la eficiencia de las funciones ejecutivas y relaciones interpersonales.

-Presentan alteración en velocidad, ritmo, persistencia, mantenimiento y aprendizaje de estímulos motores.

-Anosognosia Incapacidad de  reconocer la presencia de síntomas y déficits cognitivos característicos de su enfermedad, así como su magnitud, gravedad, progresión y limitaciones que produce en la vida  diaria.

Esta ausencia de conciencia de la enfermedad provoca conductas de riesgo para los pacientes, ya que no son conscientes de sus limitaciones. Por ello en la primera toma de contacto con el paciente y con los familiares hago hincapié en la importancia de un diagnóstico precoz, así como un tratamiento multidisciplinar no sólo en el área que me ocupa como neuropsicólogo en Copps Psicólogos sino que también, procuro siempre coordinarme con el neurólogo, el fisioterapeuta y el logopeda para un correcto abordaje de la enfermedad de Parkinson.

Neuropsicólogo Alvar Rams.

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