FATIGA PANDÉMICA
El estrés de una pandemia está relacionado con su duración. Las personas estamos expuestas a factores de estrés crónico a medida que las pandemias se prolongan durante muchos meses y múltiples confinamientos y eso desgasta. A esta sensación generalizada, la OMS la ha definido como Fatiga pandémica.
SENTIMIENTO DE RECOMPENSA ARREBATADA
El verano pasado buena parte de la población terminó pensando que lo peor habia pasado, pero la segunda y sobre todo la tercera ola dejaron un clima de pesimismo y negatividad que hizo engrosar, de una forma alarmante, los niveles estadísticos de la ansiedad y la depresión. Tal ha sido así que la cuarta ola se la identifica ya como la ola del trastorno mental.
El sentimiento de la recompensa arrebatada, posterior a la segunda y tercer ola, ha sido debastador en el equilibrio mental de nuestras sociedades.
La sensación de incertidumbre constante nos está generando síntomas de ansiedad o depresión como nunca. Actualmente el índice de suicidios se ha convertido en la principal causa de muerte externa, cifras que, por otro lado, ya se habían alcanzado y mantenido desde 2008.
En la actualidad se calcula que en España se estima que el 40% de la población presenta síntomas moderados o graves de depresión, y tal como advierte la OMS debido a la fatiga pandémica no podemos dejar de seguir las recomendaciones de protección y prevención.
La fatiga pandémica, pues, es la consecuencia de meses de incertidumbre y de la modificación de los hábitos de nuestra vida. Tal y como hemos dicho, hay un estado psicológico de ansiedad, tristeza, desánimo, apatía y desesperanza ante el futuro.
DESMOTIVACIÓN Y CANSANCIO
Desmotivación y cansancio, pero sobre todo desesperanza y sentimiento de indefensión. Este estado mental de incertidumbre y desmotivación llamado fatiga pandémica ha ido emergiendo gradualmente y está influído por distintas emociones, experiencias y percepciones relacionadas con la extensión y gravedad de esta crisis sanitaria y con las restricciones que los gobiernos han impuesto para contenerla. De hecho, según un estudio realizado por varias universidades españolas entre la poblaciòn de nuestro país, el 55,7% de los encuestados afirmó que había aumentado su nivel de malestar psicológico.
Diferentes profesionales mantienen la idea de que el cansancio pandémico es también una consecuencia del mantenimiento prolongado en el tiempo de la incertidumbre. Cuando mayor es el agotamiento, más aumenta la desmotivación, el desgaste físico y el malestar psicológico que venimos sintiendo.
Pero el verdadero drama, creo que por desgracia, lo estamos empezando a sufrir.
Victor Rams Maiques
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