El valor del tiempo está determinado por el bienestar emocional que logremos en cada momento de nuestra vida –el grado de bienestar que logremos., aunque para ello, o a pesar de ello, sacrifiquemos mucha cantidad de tiempo. Ejemplo: el tiempo empleado en el aprendizaje de una determinada habilidad para poder luego disfrutar de la misma. Sin embargo no podemos vivir en un constante bienestar. Los momentos malos llegan solos y los buenos no son absolutamente buenos. Éstos pueden ser regulares, buenos, muy buenos. ó
Si queremos lograr , en parte, una mejora en la calidad emocional de nuestra vida, tendremos que saber eliminar nuestras perturbaciones. No podemos desperdiciar y sacrificar inútilmente el tiempo que nos toque vivir. El valor de ese tiempo es enorme, pues se trata de la duración de nuestra vida, y sin embargo, lo perdemos en cantidades desproporcionadas, unas veces por causas irremediables y otras por conflictos emocionales perturbadores que dependen de nosotros en su producción consciente o inconscientemente.
Hasta ahora, hemos visto que las cosas que ocurren no son las que te perturban, sino la opinión que tienes de ellas, tus creencias. Cuando estas creencias son irracionales las emociones serán inapropiadas, constituyendo la base de nuestro malestar emocional.
Cómo debatir las creencias irracionales
Una forma de controlar las emociones y rehusar a ceder a los sentimientos inapropiados y auto-destructores, es emplear un debate de tus creencias irracionales, una vez detectadas en el momento que son activadas.
En el caso de nuestro amiga Elena (la becaria que no quería perder un futuro contrato) recordaremos que el suceso activador (A) era el levantarse todas las mañanas y tener frente a ella una jornada de trabajo en la que podría cometer algún fallo. La consecuencia emocional diaria (C) era: ansiedad, miedo, irritabilidad, auto culpa, vómitos…..etc. Recordaremos que cuando se le preguntó qué pasaría si tuviera que retocar sus planes de vida, inmediatamente contestó que eso era impensable porque le conduciría al fracaso, pues su vida se desmontaría y no lo podría soportar. Elena necesitaba mantener su trabajo pues de éste dependía, todos sus planes de vida futura y su pasado tenía sentido en él. Su creencia irracional, en este caso, era: “Necesito mantener mi trabajo a toda costa”. Detectada esa creencia, se le enseñó a debatirla de la siguiente manera:
• ¿Qué evidencia tienes de la verdad de esta creencia?
• Necesito mi trabajo para mis planes y esto es evidente
• Sí, pero tú debes seguir viviendo sin tus planes, puedes crear otros si estos no te salen. ¿No es así?
• Sí claro, puedo crear otros, pero habré fracasado en estos.
• ¿Quieres decir que si has fracasado en éstos ya habrás fracasado en todos los nuevos planes, metas, objetivos….etc. que te propongas?.
• No, pero me condicionará mucho, además habré defraudado a la gente.
• Creo que también te puede condicionar para bien, si aprendes dónde has fallado, y respecto a tu gente, les has demostrado, y ante todo a ti misma, que has intentado superarte y has intentado hacer las cosas de la mejor forma posible, pero tú eres tú y tienes tus límites y tus posibilidades, y así es como se te tiene que aceptar y querer.
A partir de aquí, se le aconsejó que debatiera de esta manera en su diálogo interior. Que empleara una agenda para detectar sus creencias irracionales a partir de nuevos activadores detectados y fuera sustituyendo las creencias irracionales por otras racionales.
¿En qué consiste el debate interior?
En líneas generales el “debate interior” consiste en tomar cada una de las creencias irracionales detectadas y someterlas a estas preguntas:
¿Qué creencia se tiene de la veracidad de la misma?
¿En qué está o se mantiene su falsedad o verdad?
Esta forma de debate, consiste en preguntas retóricas propuestas para discutir y deshacer la creencia falsa.
Si encuentras evidencia para apoyar esta hipótesis, está bien, la mantienes. Si encuentras evidencia contra ella, o si no encuentras ninguna para apoyarla, la dejas y buscas otra mejor.
Quiero decir, que tu debate, por tanto, implica una discusión interna dentro de ti mismo, entre tus creencias racionales e irracionales. ¿Y cuál es la finalidad del debate?. Destruir, al menos minimizar, tus creencias irracionales.
En este debate interior hay que hallar las diferencias claras que hay entre lo que quieres y lo que necesitas, tus deseos y tus demandas (o imperativos), tus ideas racionales e irracionales.
Este proceso consiste en mostrarte a ti mismo tanto los aspectos buenos como los malos de tu comportamiento; fijándote en la diferencia entre los resultados indeseables e insoportables de tu vida; dándote cuenta de que los inconvenientes no llegan a ser horrores; diferenciando entre las conclusiones lógicas sobre tu vida y las ilógicas; discerniendo otras varias clases de inconsistencias y contradicciones en tus pensamientos y comportamientos.
Sé detectar la creencia irracional que hay detrás de un malestar emocional y una vez descubierta, puedo generar una nueva creencia más funcional y equilibrada.
Podemos ayudarnos de:
Para practicar el debate diariamente, podemos ayudarnos de auto registros , grabaciones, diarios…. o cualquier medio que sirva para computar las creencias irracionales detectadas durante el día que me han causado malestar, así como el resumen del debate y las creencias racionales como alternativa. Ejemplo de auto registro:
• A (SITUACIÓN)
Mis compañeros de trabajo se ríen porque no he entendido un chiste que han contado en la hora del almuerzo.
• B (PENSAMIENTO IRRACIONAL)
“Soy un imbécil”
“Son unos creídos”
“No lo soporto”
• C (CONSECUENCIAS EMOCIONALE SY CONDUCTUALES)
Irritabilidad
Temor a que vuelva a ocurrir
• D (PENSAMIENTOS RACIONALES REaLISTAS CONSECUENTES AL DEBATE INTERIOR)
Prefiero tener reflejos y captar las cosas, pero también tengo derecho a no tener reflejos algunas veces.
Es normal que me moleste un poco que se rían.
Que se rían no demuestra que sean unos vanidosos.
Estas actividades deben realizarse todos los días y las creencias racionales que surjan deben hacerse a través de argumentos, como producto del debate interior.
Sólo a través de la perseverancia en este trabajo personal podemos conseguir cambios dirigidos a conseguir menos perturbación emocional en nuestras vidas. Un esfuerzo dirigido a ganar la vivencia de un tiempo de calidad, Pero no nos olvidemos que todo depende de nuestra voluntad, de nuestro esfuerzo. Es un tema de constancia.
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