El estrés postraumático es un trastorno psicológico que se desencadena a partir de la exposición a un acontecimiento aterrador en el que la persona ha presenciado o se ha visto inmersa en muertes o amenazas para su integridad física o la de los demás. Las personas que pasan por estas experiencias pueden presentar: flashbacks (es decir escenificaciones recurrentes del acontecimiento vivido o padecido por un ser querido), insomnio, ansiedad, depresión…

Papel del psicólogo en el estrés postraumático

Muchas son las causas por las que se acude a un centro psicológico, o se requiere de una intervención psicológica. El papel del psicólogo en el estrés postraumático, queda especialmente patente en su intervención en situaciones de accidentes masivos, atentados o catástrofes naturales inesperadas que afectan a un elevado número de personas.

Desde hace unos años y cada vez que ocurre una catástrofe donde se producen pérdidas humanas, la presencia de equipos de psicólogos se ha convertido en «algo imprescindible», esta presencia ha ido creando una especialidad dentro del campo de aplicación de la psicología: el psicólogo especialista en catástrofes.

Pero, ¿Qué es lo que hacen estos psicólogos en estas situaciones?, ¿Cuál es su labor?, ¿Por qué se está convirtiendo su labor en algo imprescindible en estas situaciones?.

En primer lugar, el psicólogo procura que las familias no se sientan solas en ningún momento. La labor es principalmente la de acompañamiento a las familias. Tanto en el soporte básico (ofrecerles mantas, agua, ayudarles con las gestiones, etc.), como en el emocional, creando espacios donde los familiares puedan hablar de la  manera que quieran y puedan, expresar y compartir el dolor. Así mismo, se encarga de prestar ayuda individualizada a quien lo necesite. El psicólogo se encuentra en estas situaciones con mucho dolor y mucha angustia, su labor consistirá en facilitar el proceso para que dentro de esa magnitud sea lo más llevadero posible.

Desde el punto de vista emocional hay que informar y explicar a los familiares todos los síntomas y emociones que están viviendo en esos momentos. Es importante que la persona sea consciente de que puede sentirse como quiera; que puede sentir rabia, dolor, desesperación, etc. Cualquier respuesta es válida. La persona es libre para sentir las emociones que siente.

Cuando la persona es consciente de esto se pasa a explicarle cuáles son los síntomas físicos que pueden ocurrirle en los próximos días. Por ejemplo, que no puedan dormir, que les venga flashback a la cabeza o que tengan recuerdos de forma incontrolada. Que sean conscientes de que esto puede pasar, que pueden sentir cualquiera de estos síntomas, y que la sintomatología es acorde a este tipo de situaciones.

La primera reacción psicológica en el duelo es lo que llamamos negación, se trata de un mecanismo protector de incredulidad que actúa normalmente en este tipo de casos en forma de «esto no me está pasando a mí», «no puede ser así». Por eso es importante estar ahí para que no lleguen, mediante ese proceso a perderse y que puedan asimilar lo que está pasando.

Respecto a la información, el psicólogo debe mejorarla, en el sentido de que esta información debe ser clara y estar perfectamente contrastada. La información tiene que pasar una serie de procedimientos para que no haya errores, y a veces, tarda en llegar.

Para finalizar, considerar que la atención ha de ser muy individualizada y prestar la ayuda que cada persona requiere en cada momento. La ayuda debe ser ser muy personalizada, porque no todo el mundo tiene las mismas reacciones, ni las mismas condiciones físicas, ni actúa de la misma forma a nivel mental.

Apoyo psicológico en el duelo

 Si bien el papel del psicólogo en los primeros momentos en los que se produce una catástrofe, es muy importante, no deja de ser relevante su intervención con el paso del tiempo.

Las fases del duelo son la negación (no creerse lo ocurrido), la asimilación (ir teniendo que vivir con la pérdida, asimilando los cambios) y la aceptación (aceptar que la vida sigue sin el ser querido). El papel del psicólogo es acompañar y ayudar a las personas a superar, en el tiempo, estas fases de la mejor forma posible, tratando de conseguir que el trastorno postraumático no se convierta en crónico.

El psicólogo especialista en catástrofes interviene en los primeros momentos y acompaña a las personas en el inicio de la fase de negación. En nuestro centro, Copps Psicólogos Valencia ayudamos a las personas a superar los duelos en todas sus fases (negación, asimilación y aceptación) y a poder adaptarse a la vida sin su ser querido, dando herramientas para que, en muchas ocasiones, la persona pueda encontrar un sentido a su vida.

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