Gregarismo
El gregarismo es una forma de conducta de las especies animales que viven en comunidad. El ser humano es un ser gregario. El hombre ha necesitado trabajar en equipo para lograr objetivos. Tiende a agruparse con otros hombres, vive en grupos, en comunidad con otros. Esto le permite el logro de sus metas, sobre todo las adaptativas. Un instinto que se activa frente a la adversidad común, «la unión hace la fuerza». Esta conducta se ha visto a lo largo de la historia en multitud de ocasiones. Ejem: la unión de las ciudades polis helénicas frente a amenazas de invasiones exteriores.
El gregarismo es una forma de conducta adaptativa y frente a una amenaza exterior no sólo la historia, sino también la biología nos han demostrado que es la única solución, la única salvación.
La actual amenaza de la COVID 19 no es una broma, esto va en serio. Es una amenaza en toda regla y la única forma de vencerla es con «la unidad adaptativa» de unas reglas eficaces para la superación de la misma, de una unidad gregaria dirigida con criterios específicos y concretos hacia un fin («vencerla»), tal como lo desempeña una manada gregaria de lobos, de elefantes, de búfalos, de insectos o de cualquier especie que lleve escrito en su ADN el atributo adaptativo del gregarismo.
Modelado
En otro orden de cosas, tenemos el modelado como fenómeno psicológico. El modelado es un tipo de aprendizaje que se basa en la imitación de la conducta ejecutada por un modelo, normalmente otra persona o grupo de personas. El término modelado tiene un significado similar al de «imitación», «aprendizaje social» o «aprendizaje observacional».
El modelado tiene distintas funciones: principalmente sirve para adquirir nuevos comportamientos, puede inhibir o desinhibir conductas; crear conductas racionales e irracionales, adaptativas o desadaptativas y sin sentido, peligrosas e incluso caóticas; todo depende de las expectativas de los imitadores.
Borreguismo
El término vulgar de modelado, cuando éste sigue simplemente la «inercia del modelo», sin plantearse el sentido del mismo, es el de borreguismo. Un término cuyo significado amplio sería el correspondiente a la actitud, conducta o pensamiento que sin criterio propio, se deja llevar por las opiniones y/o conductas ajenas, a veces simplemente imtándolas de forma automática y robótica.
Gregarismo y Borreguismo
Gregarismo y borreguismo, pues, son dos conceptos de significado diferente. El primero y tal como lo hemos descrito más arriba, se refiere a la unión del grupo frente a la adversidad, donde el grupo como si se tratara de un solo organismo, multiplica por la suma de las partes su fuerza. El segundo se refiere al hecho simple de la imitación que cuando es social puede tener un carácter adaptativo, pero también destructivo, desadaptativo o simplemente sin sentido.
En el actual estado de cosas en el que vivimos la crisis, es decir, en las distintas fases de la desescalada ambos términos son muy importantes y «muy a tener en cuenta».
Respecto al gregarismo, el mantenernos ahora unidos estratégicamente bajo unos mínimos criterios, es «básico», como básico es también que esos criterios sean claros y concisos, de lo contrario la fuerza del gregarismo, tan necesitada en estos momentos, puede convertirse en todo lo contrario. En este sentido, Portugal puede ser todo un ejemplo de la fuerza del gregarismo, cuando el jefe de la oposición transmitió al jefe de la nación que eran unos momentos en los que, a pesar de no estar de acuerdo en muchos detalles, le ofrecía toda su colaboración despidiéndose a continuación con un deseo de ¡coraje y fuerza! a la presidencia. Todo un ejemplo de gregarismo.
Respecto al borreguismo, creo que no es momento para las conductas automáticas y sin criterio propio, simplemente automáticas. El ejercicio es muy importante para la salud y sobre todo después de dos meses de inactividad. El deporte es el mejor soporte para el ejercicio. El movimiento del cuerpo es la mejor textura para la mente. Pero todo se trastoca cuando la inercia y una necesidad irracional se adueña de las calles todos los días a partir de determinadas horas. El uso de la mascarilla, que debería ser una pauta gregaria, se está convirtiendo en una conducta arbitraria y caprichosa, siendo como es una herramienta fundamental de «combate». El «yo también quiero», el «no mantener la distancia social» , «las quedadas de grupos en fase 0», «la visita clandestina de grupos para verse en fase 0», «manifestaciones políticas en la calle en fase 0», «no lavarse las manos», el «no sólo lo hago yo», «mascotas no sujetas», «juegos en grupo en fase 0». La actitud de hecha la ley hecha la trampa. El ya estamos hartos y no podemos más. El todo vale. El abandono y la irresponsabilidad y muchas otras conductas observadas estos días en las principales calles de cualquier ciudad son conductas modeladas con la fuerza de la irresponsabilidad.
El modelado puede tener un fin positivo, de supervivencia. Es entonces cuando se convierte en gregarismo natural y adaptativo. Cuando el modelado no sigue ningún fin y está simplemente determinado por la imitación automática, entonces se convierte en borreguismo irresponsable y peligroso para la supervivencia de todo el grupo.
El problema del borreguismo es su inconsciencia, el no darse cuenta de la inercia de la irreflexión mecanizada, algo que no nos podemos permitir en estos momentos.
¡ESPERAMOS EMPLEAR EL GREGARISMO Y EL MODELADO POSITIVO EN LAS SIGUIENTES FASES DE LA DESESCALADA!
Victor Rams Maiques
Deja una respuesta