LA SALUD MENTAL ESTÁ SOBREPASADA
Todos los profesionales de la salud mental coincidimos en que en estos momentos en nuestro país «la salud mental» está sobrepasada. Se dice que la causa directa es debida a la llamada «fatiga pandémica«, un sentimiento de tristeza colectivo producido por todas las pérdidas y una ansiedad provocada por el miedo y la incertidumbre.
Fue la OMS quien acuñó ese término que en Europa afecta, según las primeras estimaciones, a seis de cada diez personas. Según un reciente estudio realizado por el instituto de estudios sociales avanzados del Consejo Superior de Investigación Científica (CSIC) en España se manifiesta en estos momentos una importante fatiga pandémica, un cansancio especialmente acusado por los más jòvenes, en los que el estado anímico está más deteriorado que en el resto de la población.
El dato amargo y dramático del actual estado de salud mental de nuestro país, en el que parecen coincidir muchos estudios recientes, es que no estamos preparados para un posible aumento de patologías mentales, y que gran parte del peso de la atención a los problemas de salud mental recae actualmente en un servicio sanitario privado que no todos los afectados pueden pagar.
Durante muchos años los profesionales que nos dedicamos a esta tarea de salud mental, tanto públicos como privados, nunca hemos recibido ningun apoyo y compensación, más bien todo lo contrario. La salud mental siempre ha sido y sigue siendo «el patito feo» de la Sanidad Pública.
El reconocimiento de la actividad psicológica como actividad sanitaria ha sido muy reciente, una actuación vergonzosa y cavernícola en un país con un triste ratio de 6 psicólogos clinicos por cada 100.000 habitantes, frente a los 18 por cada 100.000 que tiene como media la Unión Europea.
No estamos preparados frente a una situación que empieza a escaparse de las manos. Una situación mental con cifras increibles y escasos medios para afrontarla en medio de un estado de incertidumbre aumentado «ahora» por la impresentable y torpe campaña de vacunación que, por desgracia, amenaza con aumentar aún más nuestra «fatiga pandémica». Nuestra maléfica fatiga pandémica y sus consecuencias.
Tal y como hemos dicho más arriba, la fatiga pandémica es la desmotivación y el cansancio que la poblaciòn siente ante la situación prolongada de pandemia y restricciones.
Este desasosiego se genera porque la población siente que no puede confiar en lo que dicen: Vacunas que un día son fiables y al día siguiente no; La incertidumbre de cuándo acabará esto; La amenaza de mutaciones del virus que puedan incapacitar a las vacunas; El desastre económico; La inestabilidad del empleo; Las torpezas y contradicciones de unos políticos sobrepasados; Esfuerzos que parecen no servir de nada… Todo tiene un denominador: «Desesperanza e indefensión»
LA INDEFENSIÓN APRENDIDA
«La indefensión aprendida» es un término psicológico que a grandes rasgos se refiere a la condición por la cual una persona o animal se inhibe ante situaciones aversas o dolorosas cuando las accciones para evitarlo no han sido fructíferas, terminando por desarrollar pasividad ante este tipo de situaciones.
Martin Seligman fue de los primeros investigadors que se plantearon la cuestión sobre porqué un animal, una persona que sufría en sus propias carnes condiciones adversas y dolorosas constantes no hacía nada para abandonar dicha situación.
Cuando alguien cae en la indefensión lo manifiesta en tres déficits: El motivacional, el emocional y el cognitivo. Una persona que empieza a caer en la indefensión o ya sufre de ella, comienza a mostrar un retraso en la iniciación de respuestas voluntarias hasta que poco a poco deja de hacerlo (déficit motivacional). De igual forma, comienza a manifestar una serie de desórdenes conductuales, siendo los más habituales los estados de ansiedad y de depresión (déficit emocional), que van haciendo mella hasta el punto de que el afectado es incapaz de ver soluciones al problema que le atormenta (déficit cognitivo).
La fatiga pandémica se manifiesta como cualquier fatiga de tipo mental: estar irascible, sensación de cansancio, saltarse los hábitos de vida saludables, tener problemas de sueño, ganas de llorar, falta de atención y concentración, sensación de indefensión, no entender las emociones, pérdida de ilusión por lo que antes era placentero.
Debemos escuchar nuestros síntomas,entenderlos, permitirles estar, pero a la vez, es necesario cuidar de nuestra salud emocional y normalizar estados de tristeza y desilusión que pueden complicarse en un trastorno depresivo.
La indefensiòn aprendida es el camino previo a la depresión.
Hemos visto que la indefensión aprendida es cuando hacemos una serie de veces algo y no lo conseguimos y al final dejamos de hacerlo y tiramos la toalla.
LA HISTORIA DE LAS RANAS
El cómo algunas personas llegan a la indefensión podemos entenderlo a partir de la historia de las ranas.
«Se dice que para cocinar a una rana viva es necesario meterla en agua fría e ir aumentando poco a poco el calor hasta que el agua hierva. En cambio si para cocinar la misma rana decidimos echarla al agua ya hirviendo, la rana saltará y escapará del agua hirviendo».
ESTADO CRÍTICO DE LA SALUD MENTAL EN NUESTRO PAÍS
La indefensiòn aprendida es un esquema de pensamiento que se desarrolla de forma gradual y que poco a poco carcome las fortalezas psíquicas y corporales hasta el punto de doblegar la voluntad.
En estos momentos el estado de la salud mental en nuestro país se encuentra en un estado crítico:
- Más de dos millones de españoles toman ansiolíticos a diario.
- Unas 10 personas se suicidan al día y otras 200 lo intentan.
- Una de cada diez personas ha sido diagnosticada con algún problema de salud mental, según datos del Ministerior de Sanidad
- El 6,7% de la población del país está afectada por la ansiedad, exactamente la misma cifra está afectada con depresión, y en ambos casos se da más del doble en mujeres (9,2%) que en hombres (4%).
- El 41% de españoles ha tenido problemas de sueño.
- Un 51,9% de los españoles confiesa sentirse cansado o con pocas energías.
- Según un estudio del Consejo Nacional de Psicología un 40% de los encuestados tenía síntomas de depresion moderados y graves, y otro 30% presentaba problemas de ansiedad.
- Más de un tercio de los españoles ha llorado por la pandemia.
- Un sondeo del CIS sobre salud mental desvela que un 38,7% de los españoles sufre dolores de cebeza debido a la situación emocional provocada por la pandemia.
- Desde que comenzó la pandemia un 6,4% d los españoles ha acudido al psicólogo o al psiquiatra por algun problema, sobre todo trastornos depresivos y/o ansiedad.
¿QUÉ PODEMOS HACER, QUÉ VAMOS A HACER CON ESTA CUARTA OLA MENTAL?
Víctor Rams Maiques
Muchas gracias por compartir esta información, es un artículo/ una entrada muy interesante!
Muchas Gracias !!